Voluntariado en Argentina

 

…… Gracias por brindarme la oportunidad de compartir esta experiencia de voluntariado internacional

Desde el primer momento y durante mi estancia como voluntario internacional en Argentina, me sentí muy a gusto, gracias a las muestras de cariño tanto de las hermanas como trabajadores, ancianos y familiares.

El tiempo trascurrido fue muy rápido, sin apenas tiempo para la reflexión. Cuando a uno le llena la labor que lleva a cabo, el sentimiento de satisfacción que le invade no se puede quedar dentro, se siente la necesidad imperiosa de darlo, compartirlo.

Afortunadamente dentro de nuestra comunidad hospitalaria en el mundo donde están las hermanas Hospitalarias, tenemos diferentes ámbitos de trabajo en los que tanto ellas como los que colaboramos con ellas, encontramos ocasiones de llevar a cabo nuestra misión hospitalaria trasmitiendo y compartiendo la “buena noticia“, la “sanación”, cada uno desde nuestra realidad, desde nuestro lugar, compartiendo los dones que Dios nos da allá donde se necesite, esta es nuestra misión, nuestra vocación.

Gracias por brindarme la oportunidad de compartir esta experiencia de voluntariado internacional. Muchas gracias.

Vicente

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Voluntariado en Mozambique (II)

 

…….Reflexionas en todas las cosas absurdas en las que te gastas el dinero y relativizas tus ambiciones.

Esta experiencia como Voluntaria Internacional a través de la Fundación Benito Menni, me ha acercado más a las necesidades de un país como Mozambique, a través del Centro de Rehabilitación Psicosocial de Mahotas de la Hermanas Hospitalarias.

La relación con los compañeros del centro ha sido magnifica en todo momento desde el primer día nos aceptaron como un compañero más, y nos ayudaron en todo lo que necesitábamos. Nos facilitaban el desarrollo de nuestras iniciativas. Las Hermanas nos cuidaron muchísimo y aprendimos de ellas.

No todos los días tienes en tus brazos a un niño que no come a diario y que tal vez no llegue a hacerse mayor. Piensas y reflexionas en todas las cosas absurdas en las que te gastas el dinero y relativizas tus ambiciones. Conocimos a un joven de 22 años Que nos decía que no era bueno a costumbrarse a comer a diario. Todas esas cosas Cambian tu vida para siempre.

Belén J.

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Voluntariado en Mozambique (II)

 

…….Reflexionas en todas las cosas absurdas en las que te gastas el dinero y relativizas tus ambiciones.

Esta experiencia como Voluntaria Internacional a través de la Fundación Benito Menni, me ha acercado más a las necesidades de un país como Mozambique, a través del Centro de Rehabilitación Psicosocial de Mahotas de la Hermanas Hospitalarias.

La relación con los compañeros del centro ha sido magnifica en todo momento desde el primer día nos aceptaron como un compañero más, y nos ayudaron en todo lo que necesitábamos. Nos facilitaban el desarrollo de nuestras iniciativas. Las Hermanas nos cuidaron muchísimo y aprendimos de ellas.

No todos los días tienes en tus brazos a un niño que no come a diario y que tal vez no llegue a hacerse mayor. Piensas y reflexionas en todas las cosas absurdas en las que te gastas el dinero y relativizas tus ambiciones. Conocimos a un joven de 22 años Que nos decía que no era bueno a costumbrarse a comer a diario. Todas esas cosas Cambian tu vida para siempre.

Belén J.

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Voluntariado en Mozambique (I)

 

…..GRACIAS: “Me llevo mucho más de lo que he podido dejar allí”

Un mes después de haber vuelto de esta experiencia aún tengo la sensación de estar flotando en esa nube que se llama “Mozambique”.

En algunos momentos del día miro el reloj y pienso “ahora están en el momento del desayuno”, “ahora estarán en su tiempo libre”. “hoy es el día que comparten actividad con los adultos”.

Siento que no he desconectado del todo, pero no nos engañemos, creo que después de una experiencia de este calibre es complicado desconectar por completo.

La manera de acogerte tanto de las hermanas, como de los trabajadores, los niños, las familias…hacen mucho más llevaderos los primeros días de adaptación pero por contrapartida cuando llega el momento de la vuelta es tanto lo que te llevas de allí que te planteas: “¿por qué no habré alargado algunas semanas más esto?” “40 días ¿yaaa? Pero si parece que fue ayer cuando llegué”

Todo este cúmulo de sensaciones y sentimientos se debe al vínculo que son capaces de crear contigo desde que llegas, ese vínculo que es especial sólo porque son ellos: sin miedos, sin barreras, sin prejuicios, mostrándose tal y cómo son y ofreciéndote todo cuanto pueden y tienen.

Y por todo ello me siento una afortunada, afortunada porque me han permitido ser una más, por el crecimiento personal que me llevo y por haber visto y experimentado en primera persona esa sensación de felicidad plena, pura y absoluta que principalmente se refleja en las sonrisas de las “crianças”.

No puedo decir más que GRACIAS y repetir esa frase tan sonada y a la vez tan real de : “Me llevo mucho más de lo que he podido dejar allí”

Marta S.

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Voluntariado en Mozambique (I)

 

…..GRACIAS: “Me llevo mucho más de lo que he podido dejar allí”

Un mes después de haber vuelto de esta experiencia aún tengo la sensación de estar flotando en esa nube que se llama “Mozambique”.

En algunos momentos del día miro el reloj y pienso “ahora están en el momento del desayuno”, “ahora estarán en su tiempo libre”. “hoy es el día que comparten actividad con los adultos”.

Siento que no he desconectado del todo, pero no nos engañemos, creo que después de una experiencia de este calibre es complicado desconectar por completo.

La manera de acogerte tanto de las hermanas, como de los trabajadores, los niños, las familias…hacen mucho más llevaderos los primeros días de adaptación pero por contrapartida cuando llega el momento de la vuelta es tanto lo que te llevas de allí que te planteas: “¿por qué no habré alargado algunas semanas más esto?” “40 días ¿yaaa? Pero si parece que fue ayer cuando llegué”

Todo este cúmulo de sensaciones y sentimientos se debe al vínculo que son capaces de crear contigo desde que llegas, ese vínculo que es especial sólo porque son ellos: sin miedos, sin barreras, sin prejuicios, mostrándose tal y cómo son y ofreciéndote todo cuanto pueden y tienen.

Y por todo ello me siento una afortunada, afortunada porque me han permitido ser una más, por el crecimiento personal que me llevo y por haber visto y experimentado en primera persona esa sensación de felicidad plena, pura y absoluta que principalmente se refleja en las sonrisas de las “crianças”.

No puedo decir más que GRACIAS y repetir esa frase tan sonada y a la vez tan real de : “Me llevo mucho más de lo que he podido dejar allí”

Marta S.

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Voluntariado en Guinea Ecuatorial. Centro de Salud Angokong

 

…. dan gracias a la vida, son agradecidos dándote lo poco que tienen y saben valorar las cosas y lo más importante de todo: NO PIERDEN SU SONRISA.

Esta experiencia, me ha ayudado a crecer como persona, a pensar de manera diferente, a ver tus problemas de manera distinta a como los veías antes, a valorar lo que tenemos y a dar gracias por cada día que nos regala la vida.

Cuando era pequeña mi familia me preguntaba: ¿Qué quieres ser de mayor? Y yo siempre le respondía: Misionera. De siempre me ha gustado ayudar a los más necesitados y acompañar a los colectivos más desfavorecidos por la sociedad. Uno de mis sueños era ir algún día a un país en desarrollo y por fin después de 28 años lo he cumplido. Ha sido una experiencia única, para vivirla y sentirla. Es un cambio instantáneo, de la noche a la mañana, en el que te ves en un mundo diferente; olores nuevos, personas con un color diferente al tuyo, viviendas y espacios distintos, otros ruidos, sonidos y música y muchas sensaciones y percepciones nuevas. Un mundo con ideologías distintas, formas de pensar y de vivir diferentes y muchos cambios en la educación, sanidad, política, economía, etc.
Después de muchos papeleos y muchos nervios comenzó nuestra aventura. Los primeros momentos eran de incertidumbre, ¿Qué nos encontraremos?, de miedos, de nervios, pero solo encontrarnos con una Hermana que volvía de sus vacaciones en el aeropuerto todo cambió, nos quedamos más relajadas y empezó nuestro viaje.

Aprendizajes obtenidos durante la misma

• Conocimientos de una cultura diferente en cuanto a política, religión, comidas, ideales, educación, seguridad, equipamientos, etc.
• Te das cuenta que no se necesita tanto para ser feliz, con lo básico se puede vivir.
• Valorar lo que tenemos: Familia, amigos, cosas básicas como la luz, el agua, la comida, la ropa, etc.
• Crecimiento personal
• Convertir mis problemas en algo insignificante mirando hacia atrás y viendo que hay otras situaciones que sí son verdaderamente problemas.

He colaborado en

• Consulta de Pediatría
• Consulta de adultos y mujeres embarazadas
• Visita a enfermos
• Diferentes talleres: Durante las tardes realicemos talleres de lecto-escritura, pintura, ganchillo y pulseras con los niños del barrio. Fueron tardes muy emotivas, llenas de emociones y aprendizajes nuevos.

La relación con los trabajadores del centro ha sido en general buena. Son personas amables, sencillas y todas las dudas presentadas nos las han resuelto.

Mi principal objetivo era vivir esta experiencia y aportar mi granito de arena sin importarme el destino ni el trabajo a realizar. Lo único que pedí es que se hablase castellano, en el centro de salud en el que trabajábamos de lunes a viernes durante toda la mañana. También hemos alegrado las tardes de muchas personas que pasaban los días sin ver ni poder hablar con nadie, aportando nuestro cariño y fe en todo lo que hemos podido No he podido aportar conocimientos al ser un centro de salud pero sí he ofrecido lo mejor de mí, una sonrisa diaria, cariño y un trato humano.

La única dificultad que tuvimos fue que al llegar no había luz ni internet y no pudimos comunicarnos con nuestras familias hasta que no pasaron dos días. Aunque ya se lo advertimos antes de salir, son momentos un poco angustiosos, tú sabes que estás bien pero ellos que están tan lejos se preocupan al no saber si todo ha ido bien.

Ha sido un mes en el que hemos vivido muchas cosas positivas y negativas.
En cuanto a lo positivo: hemos conocido a gente espectacular, sencilla, humilde, amable y servicial. Hemos tenido la oportunidad de pasar días en las casas de algunos trabajadores, ver sus viviendas, conocer a sus familias e incluso de ir a la casa de una enferma mental que nos cogió mucho cariño y nos invitó. Hemos disfrutado de muchas tardes rodeadas de muchísimos niños encantadores de los que hemos aprendido infinidad de cosas. No se me olvidará una tarde mientras hacíamos pulseras el mensaje que me dio uno de ellos. Me estaba enseñando a hacer un tipo de pulsera bastante complicado y dije: “Esto es imposible de hacer” a lo que me contestó: “en esta vida no hay nada imposible Hermana, lo único que hay que hacer es dedicarle tiempo y paciencia y poco a poco te saldrá, hay que intentarlo hasta conseguirlo”.

Aunque es una experiencia muy bonita a la vez también es dura. Es muy difícil ver un país tan pobre, las condiciones en las que viven la mayoría de la población, ver que no tienen ni las necesidades más básicas cubiertas como el agua, la comida, la ropa…mientras que otros… que viven a su alrededor lo tienen todo, buenos coches, buenas casas y todo tipo de lujos. Se siente una gran impotencia al ver que hay tantas injusticias y tantas cosas que cambiar y que tú mismo no puedes hacer prácticamente nada, solo apoyar y ayudar a las personas que se nos cruzan por nuestro camino y a las que ves en ese momento, me causa dolor, saber que así hay millones y millones de personas con las que no te has cruzado y viven con la misma miseria que a los que hemos visto.
Pese a las condiciones en las que están ellos son felices, dan gracias a la vida, son agradecidos dándote lo poco que tienen y saben valorar las cosas y lo más importante de todo: NO PIERDEN SU SONRISA.

Mª Luisa S.

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Voluntariado en Guinea Ecuatorial. Centro de Salud Angokong

 

…. dan gracias a la vida, son agradecidos dándote lo poco que tienen y saben valorar las cosas y lo más importante de todo: NO PIERDEN SU SONRISA.

Esta experiencia, me ha ayudado a crecer como persona, a pensar de manera diferente, a ver tus problemas de manera distinta a como los veías antes, a valorar lo que tenemos y a dar gracias por cada día que nos regala la vida.

Cuando era pequeña mi familia me preguntaba: ¿Qué quieres ser de mayor? Y yo siempre le respondía: Misionera. De siempre me ha gustado ayudar a los más necesitados y acompañar a los colectivos más desfavorecidos por la sociedad. Uno de mis sueños era ir algún día a un país en desarrollo y por fin después de 28 años lo he cumplido. Ha sido una experiencia única, para vivirla y sentirla. Es un cambio instantáneo, de la noche a la mañana, en el que te ves en un mundo diferente; olores nuevos, personas con un color diferente al tuyo, viviendas y espacios distintos, otros ruidos, sonidos y música y muchas sensaciones y percepciones nuevas. Un mundo con ideologías distintas, formas de pensar y de vivir diferentes y muchos cambios en la educación, sanidad, política, economía, etc.
Después de muchos papeleos y muchos nervios comenzó nuestra aventura. Los primeros momentos eran de incertidumbre, ¿Qué nos encontraremos?, de miedos, de nervios, pero solo encontrarnos con una Hermana que volvía de sus vacaciones en el aeropuerto todo cambió, nos quedamos más relajadas y empezó nuestro viaje.

Aprendizajes obtenidos durante la misma

• Conocimientos de una cultura diferente en cuanto a política, religión, comidas, ideales, educación, seguridad, equipamientos, etc.
• Te das cuenta que no se necesita tanto para ser feliz, con lo básico se puede vivir.
• Valorar lo que tenemos: Familia, amigos, cosas básicas como la luz, el agua, la comida, la ropa, etc.
• Crecimiento personal
• Convertir mis problemas en algo insignificante mirando hacia atrás y viendo que hay otras situaciones que sí son verdaderamente problemas.

He colaborado en

• Consulta de Pediatría
• Consulta de adultos y mujeres embarazadas
• Visita a enfermos
• Diferentes talleres: Durante las tardes realicemos talleres de lecto-escritura, pintura, ganchillo y pulseras con los niños del barrio. Fueron tardes muy emotivas, llenas de emociones y aprendizajes nuevos.

La relación con los trabajadores del centro ha sido en general buena. Son personas amables, sencillas y todas las dudas presentadas nos las han resuelto.

Mi principal objetivo era vivir esta experiencia y aportar mi granito de arena sin importarme el destino ni el trabajo a realizar. Lo único que pedí es que se hablase castellano, en el centro de salud en el que trabajábamos de lunes a viernes durante toda la mañana. También hemos alegrado las tardes de muchas personas que pasaban los días sin ver ni poder hablar con nadie, aportando nuestro cariño y fe en todo lo que hemos podido No he podido aportar conocimientos al ser un centro de salud pero sí he ofrecido lo mejor de mí, una sonrisa diaria, cariño y un trato humano.

La única dificultad que tuvimos fue que al llegar no había luz ni internet y no pudimos comunicarnos con nuestras familias hasta que no pasaron dos días. Aunque ya se lo advertimos antes de salir, son momentos un poco angustiosos, tú sabes que estás bien pero ellos que están tan lejos se preocupan al no saber si todo ha ido bien.

Ha sido un mes en el que hemos vivido muchas cosas positivas y negativas.
En cuanto a lo positivo: hemos conocido a gente espectacular, sencilla, humilde, amable y servicial. Hemos tenido la oportunidad de pasar días en las casas de algunos trabajadores, ver sus viviendas, conocer a sus familias e incluso de ir a la casa de una enferma mental que nos cogió mucho cariño y nos invitó. Hemos disfrutado de muchas tardes rodeadas de muchísimos niños encantadores de los que hemos aprendido infinidad de cosas. No se me olvidará una tarde mientras hacíamos pulseras el mensaje que me dio uno de ellos. Me estaba enseñando a hacer un tipo de pulsera bastante complicado y dije: “Esto es imposible de hacer” a lo que me contestó: “en esta vida no hay nada imposible Hermana, lo único que hay que hacer es dedicarle tiempo y paciencia y poco a poco te saldrá, hay que intentarlo hasta conseguirlo”.

Aunque es una experiencia muy bonita a la vez también es dura. Es muy difícil ver un país tan pobre, las condiciones en las que viven la mayoría de la población, ver que no tienen ni las necesidades más básicas cubiertas como el agua, la comida, la ropa…mientras que otros… que viven a su alrededor lo tienen todo, buenos coches, buenas casas y todo tipo de lujos. Se siente una gran impotencia al ver que hay tantas injusticias y tantas cosas que cambiar y que tú mismo no puedes hacer prácticamente nada, solo apoyar y ayudar a las personas que se nos cruzan por nuestro camino y a las que ves en ese momento, me causa dolor, saber que así hay millones y millones de personas con las que no te has cruzado y viven con la misma miseria que a los que hemos visto.
Pese a las condiciones en las que están ellos son felices, dan gracias a la vida, son agradecidos dándote lo poco que tienen y saben valorar las cosas y lo más importante de todo: NO PIERDEN SU SONRISA.

Mª Luisa S.

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Voluntariado en Cebú – Filipinas

 

“Un retorno a la simplicidad más gratificante….. Es poner a prueba tu capacidad de asombro, tolerancia y comprensión”

Aquel que haya estado en Filipinas, sabrá que allí todo es más divertido. No sólo porque así lo afirme su particular lema turístico, sino por su gente, encarnación de la hospitalidad en un rincón de Asia abundante en contrastes. Allá donde se encuentran riqueza y pobreza, y la urbe más desarrollada confluye en una naturaleza pacífica a la vez que salvaje.

Cuesta creer que hayan sido sólo cinco meses. Más parece haber sido una vida plena disfrutada a cada instante. Un tiempo en el que esas ilusiones por ayudar y aprender se transforman en un viaje por uno mismo a través de la gente que te rodea. Es poner a prueba tu capacidad de asombro, tolerancia y comprensión. Un retorno a la simplicidad más gratificante, al contacto con la comunidad y al calor de las sonrisas. Y sobre todo adaptación, ante lo bueno y lo malo.

Durante la época de preparativos del viaje traté de no generarme demasiadas expectativas en cuanto al centro o las tareas que fuera a realizar allí para evitar el posible desencanto o la aparición de sentimientos de frustración al encontrarme con la nueva realidad. Tan sólo esperaba poder sentirme a gusto en el lugar y con las personas con las que fuera a trabajar allí, y eso me permitiera disfrutar de la experiencia.

Mis primeras impresiones sobre el Centro fueron bastante buenas, ya que pensaba que la atención y los medios serían muy precarios, pero quedé gratamente sorprendida. No obstante, cabe destacar que, lamentablemente, esto supone una excepción en cuanto al panorama general del trato a la salud mental en Filipinas. Me alegré de poder trabajar en la oficina de psicología porque pensaba que sería la función en la que más podía aportar, y fue muy enriquecedor aprender sobre los procedimientos que se empleaban y ayudar a los usuarios desde esta perspectiva.

A la hora de adaptarme no tuve muchas dificultades. La gente fue muy amable y eso facilitó la adquisición de confianza. Uno de mis temores antes de partir era si encontraría problemas con la comida, pero afortunadamente lo llevé bien desde el primer momento y llegué a apreciar mucho algunos de los platos y alimentos de la cocina filipina.

También resultó interesante el hecho de ser la única voluntaria durante la primera mitad de la experiencia. Antes de partir pensaba que, aunque cabía la posibilidad de estar sola, habría otros voluntarios conviviendo allí, y no fue hasta llegar allí cuando supe que no tendría más compañía que la propia. No me supuso absoluto inconveniente ya que de hecho pude disfrutar de una experiencia más inmersiva totalmente de la mano de gente local, y aquello fue increíble.
En cuanto al trato con la gente, he de decir que no esperaba encontrarme con personas tan amables y acogedoras como son las filipinas. Desde las Hermanas, pasando por los trabajadores del Centro, a los usuarios y la gente que encontré durante mis viajes, la sonrisa y la cercanía difuminaban las diferencias entre ambos mundos. Disfruté mucho hablando con todo el mundo, compartiendo experiencias y aprendiendo de ellos. Algunas charlas con las Hermanas y los enfermeros han sido de los mejores momentos de este viaje
Durante estos cinco meses colaboré principalmente en la oficina de psicología del centro junto a sister Lorenza, la psicóloga del mismo. Mis tareas se centraban en el área de evaluación, realizando entrevistas, administrando e interpretando test y redactando informes de los casos. Semanalmente se dedicaba un día a realizar actividades de psicología con los usuarios, las cuales yo preparé y dinamicé en varias ocasiones.

Por mucho que nos esforcemos, en estos casos suele ser más lo que se recibe que lo que puede llegarse a dar, y el mío no fue una excepción. Encontrar una realidad diferente y llegar a sentirte parte de ella gracias a las personas que conoces es una suerte incalculable, y es por ello que agradezco profundamente haber podido disfrutar de esta experiencia junto a ellas.

Espero poder volver algún día y reencontrar esas sonrisas, charlas y canciones que tanto recordaré lejos de allí.

Laura G.

cebu.Filipinas

 

Voluntariado en Cebú – Filipinas

 

“Un retorno a la simplicidad más gratificante….. Es poner a prueba tu capacidad de asombro, tolerancia y comprensión”

Aquel que haya estado en Filipinas, sabrá que allí todo es más divertido. No sólo porque así lo afirme su particular lema turístico, sino por su gente, encarnación de la hospitalidad en un rincón de Asia abundante en contrastes. Allá donde se encuentran riqueza y pobreza, y la urbe más desarrollada confluye en una naturaleza pacífica a la vez que salvaje.

Cuesta creer que hayan sido sólo cinco meses. Más parece haber sido una vida plena disfrutada a cada instante. Un tiempo en el que esas ilusiones por ayudar y aprender se transforman en un viaje por uno mismo a través de la gente que te rodea. Es poner a prueba tu capacidad de asombro, tolerancia y comprensión. Un retorno a la simplicidad más gratificante, al contacto con la comunidad y al calor de las sonrisas. Y sobre todo adaptación, ante lo bueno y lo malo.

Durante la época de preparativos del viaje traté de no generarme demasiadas expectativas en cuanto al centro o las tareas que fuera a realizar allí para evitar el posible desencanto o la aparición de sentimientos de frustración al encontrarme con la nueva realidad. Tan sólo esperaba poder sentirme a gusto en el lugar y con las personas con las que fuera a trabajar allí, y eso me permitiera disfrutar de la experiencia.

Mis primeras impresiones sobre el Centro fueron bastante buenas, ya que pensaba que la atención y los medios serían muy precarios, pero quedé gratamente sorprendida. No obstante, cabe destacar que, lamentablemente, esto supone una excepción en cuanto al panorama general del trato a la salud mental en Filipinas. Me alegré de poder trabajar en la oficina de psicología porque pensaba que sería la función en la que más podía aportar, y fue muy enriquecedor aprender sobre los procedimientos que se empleaban y ayudar a los usuarios desde esta perspectiva.

A la hora de adaptarme no tuve muchas dificultades. La gente fue muy amable y eso facilitó la adquisición de confianza. Uno de mis temores antes de partir era si encontraría problemas con la comida, pero afortunadamente lo llevé bien desde el primer momento y llegué a apreciar mucho algunos de los platos y alimentos de la cocina filipina.

También resultó interesante el hecho de ser la única voluntaria durante la primera mitad de la experiencia. Antes de partir pensaba que, aunque cabía la posibilidad de estar sola, habría otros voluntarios conviviendo allí, y no fue hasta llegar allí cuando supe que no tendría más compañía que la propia. No me supuso absoluto inconveniente ya que de hecho pude disfrutar de una experiencia más inmersiva totalmente de la mano de gente local, y aquello fue increíble.
En cuanto al trato con la gente, he de decir que no esperaba encontrarme con personas tan amables y acogedoras como son las filipinas. Desde las Hermanas, pasando por los trabajadores del Centro, a los usuarios y la gente que encontré durante mis viajes, la sonrisa y la cercanía difuminaban las diferencias entre ambos mundos. Disfruté mucho hablando con todo el mundo, compartiendo experiencias y aprendiendo de ellos. Algunas charlas con las Hermanas y los enfermeros han sido de los mejores momentos de este viaje
Durante estos cinco meses colaboré principalmente en la oficina de psicología del centro junto a sister Lorenza, la psicóloga del mismo. Mis tareas se centraban en el área de evaluación, realizando entrevistas, administrando e interpretando test y redactando informes de los casos. Semanalmente se dedicaba un día a realizar actividades de psicología con los usuarios, las cuales yo preparé y dinamicé en varias ocasiones.

Por mucho que nos esforcemos, en estos casos suele ser más lo que se recibe que lo que puede llegarse a dar, y el mío no fue una excepción. Encontrar una realidad diferente y llegar a sentirte parte de ella gracias a las personas que conoces es una suerte incalculable, y es por ello que agradezco profundamente haber podido disfrutar de esta experiencia junto a ellas.

Espero poder volver algún día y reencontrar esas sonrisas, charlas y canciones que tanto recordaré lejos de allí.

Laura G.

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Foro: “Enfermedad y Salud Mental en África”

Finalizado el foro sobre: “Enfermedad y Salud Mental en África” la formación y sensibilización una prioridad, celebrado el día 21 de septiembre en Pamplona, la Fundación Benito Menni, agradece a todas las personas que han intervenido con su preparación, ponencias, mesas redondas, experiencias de voluntariado.

A continuación tenéis los textos de bienvenida y de clausura al Foro realizado, así como el artículo publicado en el Diario de Navarra el pasado 21 de septiembre: 

Texto de Bienvenida al Foro: “Enfermedad y Salud Mental en África” la formación y sensibilización una prioridad

Clausura del Foro por parte de Dolores Jiménez 

Entrevista al psiquiatra Samuel Mampunza, decano de psiquiatría de la Universidad de Kinshasa (Congo).

Sor Ma Dolores Jíménez Da Edurne Eguido Dr. Juan Lahuerta

Foro7

Foro1

Foro2Foro6

Foro4

Foro5