Mi experiencia en Mozambique

niñosHan pasado casi tres meses ya desde que volví de Mozambique y todavía me cuesta encontrar palabras para describir mi experiencia allí. Cuando pienso en los dos meses allí vividos, se agolpan en mí tantos sentimientos y emociones  experimentadas que no sé por dónde empezar, aunque las personas acaban viendo en ti, más que en tus palabras, que esta experiencia de voluntariado ha sido algo que ha marcado tu vida, que ya no volverá a ser como antes.

Si tengo que contar lo que ha sido para mí este voluntariado me gustaría empezar diciendo que a mí me ha supuesto aprender. He aprendido lo que es tener un problema, he aprendido lo poco que cuesta sonreír, he aprendido lo mucho que puede llegar a transmitir un abrazo, he aprendido que cualquier excusa sirve para ser feliz, he aprendido lo frágil que puede llegar a ser la vida, y un largo etcétera. Crees que vienes de un sitio mejor, más desarrollado y que tienes mucho para enseñar, y no te imaginas las lecciones que te pueden llegar a dar.

Pero yo no fui para esto, yo fui a dar todo lo que pudiera de mí. Así que me puse rápidamente las pilas con el portugués y en dos semanas ya estaba dando clases a las crianças, dándoles de comer, aseándoles, jugando con ellos, haciendo visitas a sus familias… También pasaba tiempo en el centro de los adultos compartiendo tiempo y actividades con ellos, con el mismo cariño e ilusión que con los canijos. Pero no tenía un día a día estipulado, porque cuando estás para lo que se te necesite, bien puedes dar clase a trabajadoras del centro o un intensivo a una hermana, o bien puedes ir al mercado a comprar la comida de la semana o arreglar una silla de ruedas. Aunque aquí no acaba todo, porque siempre quedaba tiempo para pensar en cosas propias que quisiera aportar uno mismo; y con el apoyo incondicional de las hermanas y la
genial idea de otro voluntario, ¡sacamos adelante una mesa de ping pong!

En mi experiencia no puedo olvidarme de los voluntarios con los que he compartido todos estos momentos… Gente distinta, que si están allí es porque tienen cosas muy claras en su vida, cosas que para ti también son muy importantes y que os han llevado tan lejos de casa porque pensáis que otro mundo es posible, y no sois de los que os quedáis con los brazos cruzados esperando a que la tormenta pase. Con esta gente la experiencia se te hace más increíble aún, porque sí los momentos en el centro ya eran geniales, los fines de semana conociendo el país y la cultura a su lado eran un disfrute estupendo.

Quiero terminar agradeciendo a las hermanas todo lo que han hecho por mí, que me lo hayan puesto tan fácil, que me hayan adoptado como uno más en su comunidad y que me hayan regalado una experiencia así en mi vida. Que si se me da la oportunidad de repetir no lo dudaré, a ayudarlas en esta labor que tan cuidadosamente desempeñan y que es digna de mi más profunda admiración.

¡SAUDADES!

Diego

Experiencia de voluntario en Ghana

 

voluntariado ghanaLa experiencia vivida ha sido un antes y un después en nuestras vidas. Si habría que resumirlo en tres palabras, estas serían, crecimiento (humano, profesional, personal…), conocimiento y hospitalidad

Íbamos a la aventura, nunca antes habíamos hecho voluntariado de este tipo. Pero la experiencia ha sido inolvidable. Allí trabajamos en el hospital que tienen las hermanas en Assin Foso, cada una de nosotras en distintas zonas según nuestra especialidad (planta de pediatría, laboratorio y consultas/quirófano), así pasábamos todas las mañanas, conociendo las realidades de la forma más cercana posible.

Nuestro tiempo libre lo dedicábamos a ver la situación del país, conocer su gente, su cultura y sus múltiples religiones, la forma de ver la vida y la muerte, tan diferente a la nuestra, nos han hecho pensar y valorar de otra forma las cosas que teníamos en nuestra vida en España. Al final sin darnos cuenta, al llegar de nuevo, ya no somos las mismas personas que nos fuimos, somos distintas, nos sentimos más vivas y en paz con nosotras mismas.

Después de todo tenemos una cosa clara, ya no podemos dar la espalda a estas situaciones de pobreza e injusticia.
Ya padecemos una nueva enfermedad la “Africanitis”, ÁFRICA ENGANCHA. Ya estamos pensando en volver de nuevo.

Beatriz, Laura y Leyre

 

Experiencia Ebibeyin

Nuestras vivencias han quedado  impregnadas para siempre en nuestros recuerdos.

Foto2Esta es nuestra historia, brevemente resumidas todas nuestras vivencias en lo que ha dado de sí un mes de aventura africana, en donde las mañanas se convirtieron en un trabajo impactante, triste en ocasiones e inquietante y conmovedor en otras. Cada día era un nuevo descubrimiento, las vivencias con aquellas personas tan peculiares para nosotras y nosotras para ellas se convirtieron en un aprendizaje mutuo.

Las tardes también se convirtieron en un trabajo, pero éste más enfocado a nuestro ámbito. Las hermanas tuvieron la gran idea de animarnos a realizar un grupo de niños y niñas por la tarde con los que poder hacer actividades, y así fue. Hicimos e hicieron que las tardes en aquel lugar fueran apasionantes, divertidas, educativas e incansables. Aquellas personitas entraron en nuestra vida de una forma abismal, logrando que a través de juegos y talleres educativos nos llevásemos a España un recuerdo increíble e imborrable. Nos preocupaba un poco que se nos acabaran las ideas, pero con aquellos/as niños/as eran más que imposible, ya que les encantaba repetir los juegos que más les gustaban, de hecho uno de los momentos más divertidos que recuerdo era cuando llegaban ansiosos/as por empezar una hora antes de la  acordada.

Y por supuesto las hermanas se convirtieron en nuestra familia.

Me quedo en primer lugar con lo vivido, en segundo con que los/as niños/as en cierta manera han aprendido de nosotras a pequeña escala a respetar cosas importante que para ellos aún no lo son. Y por último nosotras nos llevamos a nivel personal y profesional una experiencia inolvidable, que esperamos podamos sacarle provecho a todos los niveles en nuestra vida. Y claro está, recordarla siempre como un viaje, una aventura fascinante y fugaz, pero infinita en nuestra memoria.

Ana Bel  Celeste

Experiencia de voluntariado en Dapaong-Togo

augustmireieelsa

…. un antes y un después

Ha sido interesante, para mi, poder aportar algo de conocimiento en nuestra forma de trabajar. Resulta difícil trabajar sin recursos (médico, medicinas para dar un tratamiento continuado, entre lo más básico).

Considero que hay mucho trabajo por hacer en Togo: Sensibilización ciudadana en las enfermedades mentales, recursos sanitarios (medicamentos, especialmente para la gente que no los puede pagar y que son la inmensa mayoría), especialización técnica y profesionales.

He tenido un conocimiento, bastante profundo del país, su gente, el sistema de salud y en concreto de la salud mental.

A nivel personal, una experiencia que ha marcado un antes y un después. Una concepción, sin fronteras, del ser humano. Un despertar de muchas emociones y sentimientos, que en la sociedad occidental, suelen permanecer escondidas.

La gente, allí, es muy agradecida y probablemente no son conscientes de todo lo que, a nosotros, nos han enseñado.

Es muy fácil querer y sentirse querido.

Repetiría para seguir aportando un poco de nuestros conocimientos y lo enfocaría hacia la formación del personal para que ello tuviese una continuidad.

Elsa (psicóloga especialista en psicología clínica)