…. valorando aún más los pequeños detalles de la vida
Somos Antonia y Laura, a principios de septiembre nos embarcamos en una aventura sin saber lo que nos esperaba a Santiago de Chile.
Llegamos a nuestro destino el pasado día 2 de Septiembre, convivimos con 14 residentes. Nuestro lugar de desarrollo del voluntariado, fue el centro de día de Benito Menni, allí participaban 30 usuarios.
Fue una grata sorpresa, superando con creces todas nuestras expectativas, siendo una experiencia inolvidable e increíble en todos los sentidos, teniendo el lujo de convivir con los usuarios (chiquillos) y compartir con ellos el día a día.
Sinceramente, no teníamos ningún tipo de expectativa, íbamos con la mente totalmente abierta y con muchas ganas de colaborar y desarrollarnos en todos los aspectos. Ha sido un lujo el convivir con los usuarios en la residencia, formando parte de su día a día, comiendo juntos, saliendo con ellos, conversar… siendo parte de la familia que tenían creada.
El recibimiento y acogida por parte del personal, hermanas y colaboradores en general ha sido increíblemente bueno, nos hemos sentido integradas desde el primer momento; incluso los familiares de los residentes nos mostraron su cariño y agradecimiento por nuestra labor.
No pensábamos en disponer de día libre, nos introducimos en su entorno para ser unas más, sin embargo, fueron los mismos colaboradores los que nos ofrecieron la oportunidad de conocer y recorrer la ciudad y sus alrededores, para acercarnos más a su cultura y mostrarnos todas sus riquezas; dedicándonos su tiempo libre para acompañarnos, creando con ellos unos estrechos lazos de amistad y afecto que perdura aún hoy día.
Nos ha enriquecido tanto personal como profesionalmente, valorando aún más los pequeños detalles de la vida. Estaremos siempre en deuda con los colaboradores, por su hospitalidad y cariño hacia nosotras.
Agradecemos esta oportunidad.