De mi primera experiencia como voluntaria en el extranjero, en este caso en Cebú (Filipinas), la resumiría con estas palabras:
Te llevas mucho más de lo que das.
He aprendido a relativizar lo que ocurre en mi entorno. Salir de tu zona de confort y conocer otras realidades obliga a pararte a pensar en la burbuja en la que muchas veces vivimos y nos hace dar lo mejor de uno mismo, con el fin de ayudar al que más lo necesita. Yo, como voluntaria en este centro psiquiátrico, me he sentido útil aportando mis conocimientos de Enfermería, colaborando en las actividades y dinámicas diarias…pero, sobre todo, me he sentido útil compartiendo cariño.
Esta experiencia ha supuesto un reto para mí y un crecimiento personal en muchos ámbitos.
Una vez de vuelta a España tengo que ser capaces de trasmitir esta realidad que mucha gente está viviendo y contagiar esas ganas de “salir” a ayudar y a dar lo mejor de uno mismo.
Además, he tenido la oportunidad de conocer un nuevo país y su gente. Me llevo muchas sonrisas y palabras de cariño de muchos de ellos.
Miriam