La Fundación Benito Menni financia el envío de un contenedor de ropa para refugiados sirios

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La Fundación Benito Menni ha apoyado y colaborado financiando el envío de un contenedor, que ha organizado Aita Menni (Mondragón) recogiendo 18.560 kilos de ropa y calzado de invierno para los refugiados sirios que están en Grecia.

La recogida:
La recogida de prendas se ha llevado a cabo en los centros del Hospital Aita Menni de Arrasate, Durango (Residencia Jose Miel de Barandiarán) y Bilbao (Txurdinagabarri). En Arrasate se han recogido 9.680 kilos de ropa (1.920 de calzado y 7.760 de ropa); en Durango 6.580 kilos (1.080 de calzado y 5.500 de ropa); y en Bilbao 2.300 kilos (900 calzado y 1.400 de ropa).

La entrega:
En concreto, Aita Menni ha hecho el siguiente reparto para que distintas ONGs y grupos que participan en la campaña lo envíen y entreguen de forma urgente en los campos de refugiados de Grecia. Durante el presente mes de enero se hará la entrega.
Por un lado, Lighthouse Relief (Suecia) y Mo chara (Irlanda) se han hecho cargo de 500 kilos de ropa; SOS Refugiados Fundación SEUR enviarán 7.400 kilos (3.900 de calzado y 3.500 de ropa) y también alimentos que han sido recogidos para la causa; Galdakaoko Boluntarioren Gizartea Elkartea (GBGE) llevará 7.450 kilos de Fundación Benito Menni (3.700 kilos) y Aita Menni (3.750) kilos. Cáritas, por su parte, entregará en Euskadi el 17,3% % de la ropa que ha sido descartada, 3.210 kilos.
GRACIAS PROFUNDAMENTE

La campaña:
La campaña ha “sido un éxito y las previsiones iniciales se han desbordado”, ha destacado el responsable de Solidaridad del Hospital, Egoitz Zabala Sagarna. Por ello, desde el Hospital Aita Menni queremos agradecer profundamente la colaboración de todos quienes han participado. Desde Aita Menni, también quieren dar las gracias a la Comunidad de Hermanas Hospitalarias de Arrasate, a la que pertenece el Hospital Aita Menni. Gracias a todos los trabajadores y trabajadoras que dentro y fuera de su horario se han entregado,  a las personas voluntarias por su trabajo diario en la clasificación, agrupación y empaquetado de ropa, sin el cual esta campaña no hubiera sido posible.

Nos ha conmovido de la Campaña:
Las cuadrillas de jóvenes que, mediante las redes sociales, se dieron cita el sábado, para recoger una camioneta de ropa y entregarla.
Las llegadas de furgonetas de otras provincias, a pesar del mal tiempo.
Los auxiliares y el médico de guardia que dedicaron el tiempo libre que tenían.
El señor que, una vez convencido de que no comprara expresamente ropa, por la cantidad que había, se presentó al día siguiente con un bizcocho casero calentito para que desayunaran todas las personas que estaban trabajando en la campaña.
Los ánimos a las personas voluntarias de la gente que entregaba las bolsas.
Una pareja de SOS Errefuxiatuak que vino de Bilbao y entregó la última furgoneta llena de ropa.
El señor que trajo 1.000 pares de calcetines.
La señora que se despidió de su abrigo favorito con un beso pero quería que lo utilizase alguien con más necesidad.
Los jóvenes y no tan jóvenes que vinieron con su bolsa de ropa a entregarla y se quedaron a trabajar clasificando ropa