1. ¿Cuáles fueron tus motivaciones para trabajar como voluntario?
Fue instintivo, algo que desde siempre hemos querido hacer, era un sueño que siempre hemos tenido y que hemos cumplido y repetido, ya que este es nuestro segundo voluntariado.
2. ¿Qué función desempeñaste como voluntario en…?
Hicimos de todo, nuestras propias profesiones, monitores con los chicos/as del centro de día, asistentes de quirófano, en definitiva en todo lo que pudimos ayudamos, no solo lo centramos en nuestro oficio, sino que intentamos ser útiles en todo aquello que fuera necesario.
3. ¿Cuáles eran tus expectativas antes de hacer el voluntariado?
La verdad que después de un voluntariado anterior, todo cambia y la segunda experiencia ya vas con muchas expectativas superadas y te imaginas más o menos lo que te puedes encontrar, y aprendes que no hay que ir con grandes expectativas sin conocer el país, su cultura, su sociedad y demás, aprendes a que primero hay que aterrizar, ver, sentir y después intentar moverte sin molestar y con objetivos pequeños y respetuosos.
Nuestras expectativas eran que íbamos a conocer de nuevo otro mundo al que estábamos acostumbrados, y que íbamos a disfrutar cada segundo de ello.
Respecto a las actividades y tareas teníamos unas expectativas realistas, que primero se tenían que ver en directo y una vez allí, adaptarlas.
4. ¿Se cumplieron?
La verdad que lo que nos planteamos inicialmente no estaba muy lejos de lo que pasó.
5. ¿Alguna situación difícil a la que te hayas enfrentado – algún reto?
La verdad que por suerte, no tuvimos ninguna dificultad.
6. ¿Qué destacarías de esta experiencia?
Cuanto más descubres, más amas la diferencia y el contraste de nuestro mundo.
Así podríamos resumir, en una frase nuestro voluntariado en Ghana. Si viajas y sientes, es cuando disfrutas de la experiencia, nosotros hemos intentado desde el primer momento exprimir la oportunidad de conocer un país tan distinto como el nuestro y eso ha hecho que lo disfrutáramos al máximo.
Lo bonito del voluntariado es que tienes la oportunidad de ver desde sus ojos el mundo y vivir, comer y hablar como ellos, conocer su cultura desde dentro y disfrutar de momentos maravillosos, que nunca podrías hacer sino fueras uno más.
No es fácil que te consideren uno más, pero eso depende de ti y de tu actitud, siempre serás el diferente si tú quieres serlo, o si quieres sentirlo así, pero lo más gratificante es que acabes tu viaje sintiendo que has intentado adaptarte y si lo has conseguido, aunque tan solo sea un poco, puedes sentirte muy afortunado. Pues nosotros nos sentimos así, hemos disfrutado de cada momento que nos ha dado esta experiencia.
La gente nos ha vuelto a enamorar, aunque hayamos vivido momentos duros, momentos de realidad en toda regla, esto solo nos ayuda a crecer y a seguir con esta misma causa, la de un mundo más justo, un mundo donde todos tengan oportunidades y donde no existan las grandes diferencias que hay actualmente.
Nosotros dos no cambiaremos el mundo, pero si pondremos diariamente nuestro granito de arena llevando el mensaje a la gente de nuestro alrededor y nuestra esperanza diaria, que algún día este mundo sea más justo y tolerante.
Queremos agradecer nuevamente la oportunidad que nos ha brindado la Fundación Benito Menni de poder vivir esta inmensa experiencia, y también a las hermanas y los trabajadores/as de centro de Dompoase.
La vida escribe las mejores historias, con lo que hemos vivido y compartido ya hemos escrito libro entero. El título es: Ghana, un país que ama y quiere ser amado.
7.¿Harías otro voluntariado?
Este ha sido nuestro segundo voluntario, y la verdad que no nos cansamos de esta increíble e única experiencia. Diariamente aprendemos miles de cosas, vivimos como ellos, conocemos su cultura, su idioma, sus creencias y costumbres, sus manías y deportes, nos infiltramos en su sociedad para poder aunque sea por un tiempo dejar de ser en parte lo que somos y como hemos crecido, para ser ellos (al menos acercarnos), y esto la verdad es que es fantástico, porqué es una manera de conocer el ser humano desde otro punto de vista.
Sobre todo este año, hemos conocido desde dentro cómo funciona el sistema sanitario del país, y hay cosas muy positivas, pero también hay aspectos que deberían cambiar, y tristemente depende del aspecto económico y político. Nosotros no podemos hacer nada desde un punto de vista general, pero hemos intentado colaborar, al menos donde nosotros estuvimos durante nuestra instancia, con material, trabajo y conocimientos, y podemos seguir ayudando diariamente mediante la concienciación en nuestro entorno.
Quizás para otro año nos gustaría repetir enfocando un voluntariado en el que ambos (Marta y Denys) tuviéramos una labor dentro de la rutina diaria del centro más relacionada con nuestra profesión y especialidad, para poder sentirnos más útiles, para poder ayudar y aportar más. Sabemos que la filosofía de la Fundación no es enviar a personas con un perfil concreto, pero así como el año anterior en Mozambique, Denys tenía una labor muy importante como fisioterapeuta pediátrico con los niños con Discapacidad Múltiples, y Marta este año en Ghana, como enfermera pediátrica ha tenido una importante labor, sería interesante buscar un sitio que reuniera ambas condiciones y así hubiera un beneficio mutuo, tanto del centro como del voluntario.
8. ¿Tienes alguna foto que quieras compartir con nosotros?
Las adjuntamos en el correo electrónico.