Todas las manos son pocas
Es un país de contrastes y de la ciudad a donde está el centro de las hermanas, Mahotas,hay grandes diferencias. Aquí se ve más pobreza evidentemente y en la ciudad pasamucho más desapercibida y todo está más normalizado.
Desde mi llegada estoy en el centro que da atención a niños con desnutrición, VIH y discapacidad física y psíquica. La labor es muy bonita porque pasamos gran parte del día con ellos y se les coge mucho cariño, más aún porque son super alegres y cariñosos.
Ya les voy cogiendo el punto a cada uno porque son muchos y cada uno tiene una particularidad, a la hora de comer, en el aprendizaje a la hora de jugar y relacionarse… Estoy aprendiendo mucho con ellos y me voy soltando cada vez más con el portugués, en los ratitos de escuela ya les leo cuentos en portugués y me miran asombrados, también estoy muy contenta con las compis del centro, que en la gran mayoría son las mamás de los niños que acuden al centro, también trabajan sin descanso y cuando acaba la tarde cargan sus niños a la espalda y a casa tras una gran caminata, son heroínas estas mujeres.
La semana que viene voy a empezar a ir también un rato al crps de adultos, que hace falta aunque las hermanas prefieren que este con los crianzas. El trabajo que realizan allí es como el nuestro, más con unos medios totalmente diferentes, muy, muy escasos, sobre todo en cuando a la medicación por lo que la estabilidad clínica aquí es más complicada.
Por lo demás todo bien, salvó el tiempo que ha estado malo casi todos los días… las compis voluntarias muy majas, todas portuguesas, ya estamos planeando cosas para hacer en los fines de semana. Ya conozco algunos poblados y Maputo, los desplazamientos son una pura odisea y aventuras sin parar, pero esto ya os lo cuento más despacio en persona.
Muitos beisinhos!!!
Inma