1ª formación en Voluntariado Internacional 2017

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25 personas participaron en la 1ª formación en Voluntariado Internacional 2017 y Fundación Benito Menni

Durante los días 28 y 29 de enero se celebró en Madrid la primera formación de este año específica en Voluntariado Internacional, impartida por Juan Ciudad ONGD y la Fundación Benito Menni, con una asistencia de 25 personas llegadas de toda España, interesadas en colaborar y vivir una experiencia de voluntariado en los centros sociales y sanitarios de estas organizaciones en países de América Latina, África y Asia.

La formación incluye diversos bloques formativos con contenidos institucionales (como la misión y los valores de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y la Congregación de las Hermanas Hospitalarias), las motivaciones del voluntariado, gestión emocional, riesgo y seguridad, y numerosas dinámicas de grupo y trabajo en equipo, entre otros.

Estas jornadas están coordinadas por Belén Jiménez, responsable de voluntariado de Juan Ciudad ONGD, y por la Hermana Mª Rosa Izquierdo, responsable de la Fundación Benito Menni, y en esta ocasión además han contado con las presentaciones del Hno. José Mª Viadero (director de JCONGD), Luis García Villameriel (Psicólogo y director de la Fundación Psicología Sin Fronteras), Lydia Polo García (Psicóloga sanitaria especialista en Psicooncología, trabajadora del Hospital San Rafael de Madrid), y Adriana Castro (responsable de comunicación de JCONGD).

Además, se reservó un espacio para que otras personas que ya han realizado su voluntariado cuenten su experiencia e intercambien impresiones con los asistentes a la formación. En esta ocasión intervinieron una persona que estuvo Ghana, otra en India; y la tercera en Perú.

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La Fundación Benito Menni financia el envío de un contenedor de ropa para refugiados sirios

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La Fundación Benito Menni ha apoyado y colaborado financiando el envío de un contenedor, que ha organizado Aita Menni (Mondragón) recogiendo 18.560 kilos de ropa y calzado de invierno para los refugiados sirios que están en Grecia.

La recogida:
La recogida de prendas se ha llevado a cabo en los centros del Hospital Aita Menni de Arrasate, Durango (Residencia Jose Miel de Barandiarán) y Bilbao (Txurdinagabarri). En Arrasate se han recogido 9.680 kilos de ropa (1.920 de calzado y 7.760 de ropa); en Durango 6.580 kilos (1.080 de calzado y 5.500 de ropa); y en Bilbao 2.300 kilos (900 calzado y 1.400 de ropa).

La entrega:
En concreto, Aita Menni ha hecho el siguiente reparto para que distintas ONGs y grupos que participan en la campaña lo envíen y entreguen de forma urgente en los campos de refugiados de Grecia. Durante el presente mes de enero se hará la entrega.
Por un lado, Lighthouse Relief (Suecia) y Mo chara (Irlanda) se han hecho cargo de 500 kilos de ropa; SOS Refugiados Fundación SEUR enviarán 7.400 kilos (3.900 de calzado y 3.500 de ropa) y también alimentos que han sido recogidos para la causa; Galdakaoko Boluntarioren Gizartea Elkartea (GBGE) llevará 7.450 kilos de Fundación Benito Menni (3.700 kilos) y Aita Menni (3.750) kilos. Cáritas, por su parte, entregará en Euskadi el 17,3% % de la ropa que ha sido descartada, 3.210 kilos.
GRACIAS PROFUNDAMENTE

La campaña:
La campaña ha “sido un éxito y las previsiones iniciales se han desbordado”, ha destacado el responsable de Solidaridad del Hospital, Egoitz Zabala Sagarna. Por ello, desde el Hospital Aita Menni queremos agradecer profundamente la colaboración de todos quienes han participado. Desde Aita Menni, también quieren dar las gracias a la Comunidad de Hermanas Hospitalarias de Arrasate, a la que pertenece el Hospital Aita Menni. Gracias a todos los trabajadores y trabajadoras que dentro y fuera de su horario se han entregado,  a las personas voluntarias por su trabajo diario en la clasificación, agrupación y empaquetado de ropa, sin el cual esta campaña no hubiera sido posible.

Nos ha conmovido de la Campaña:
Las cuadrillas de jóvenes que, mediante las redes sociales, se dieron cita el sábado, para recoger una camioneta de ropa y entregarla.
Las llegadas de furgonetas de otras provincias, a pesar del mal tiempo.
Los auxiliares y el médico de guardia que dedicaron el tiempo libre que tenían.
El señor que, una vez convencido de que no comprara expresamente ropa, por la cantidad que había, se presentó al día siguiente con un bizcocho casero calentito para que desayunaran todas las personas que estaban trabajando en la campaña.
Los ánimos a las personas voluntarias de la gente que entregaba las bolsas.
Una pareja de SOS Errefuxiatuak que vino de Bilbao y entregó la última furgoneta llena de ropa.
El señor que trajo 1.000 pares de calcetines.
La señora que se despidió de su abrigo favorito con un beso pero quería que lo utilizase alguien con más necesidad.
Los jóvenes y no tan jóvenes que vinieron con su bolsa de ropa a entregarla y se quedaron a trabajar clasificando ropa

 

Entrega de la recaudación de taller solidario en Ciempozuelos

 

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El Complejo Asistencial Benito Menni de Ciempozuelos celebró el pasado lunes 9 de enero la ceremonia de entrega de premios a los belenes y mensajes de Navidad seleccionados por el jurado.

En este mismo acto, se hizo entrega a la responsable de la Fundación Benito Menni, Mª Rosa Izquierdo, de la cantidad recaudada en el Taller Solidario en 2016, cuyo valor asciende a 3.000€, destinados a un proyecto en beneficio de las personas con enfermedad mental que viven en la calle en Yaoundé, Camerún.

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Entrevista para Voluntarios: Denys y Marta

 

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1. ¿Cuáles fueron tus motivaciones para trabajar como voluntario?
Fue instintivo, algo que desde siempre hemos querido hacer, era un sueño que siempre hemos tenido y que hemos cumplido y repetido, ya que este es nuestro segundo voluntariado.
2. ¿Qué función desempeñaste como voluntario en…?
Hicimos de todo, nuestras propias profesiones, monitores con los chicos/as del centro de día, asistentes de quirófano, en definitiva en todo lo que pudimos ayudamos, no solo lo centramos en nuestro oficio, sino que intentamos ser útiles en todo aquello que fuera necesario.
3. ¿Cuáles eran tus expectativas antes de hacer el voluntariado?
La verdad que después de un voluntariado anterior, todo cambia y la segunda experiencia ya vas con muchas expectativas superadas y te imaginas más o menos lo que te puedes encontrar, y aprendes que no hay que ir con grandes expectativas sin conocer el país, su cultura, su sociedad y demás, aprendes a que primero hay que aterrizar, ver, sentir y después intentar moverte sin molestar y con objetivos pequeños y respetuosos.
Nuestras expectativas eran que íbamos a conocer de nuevo otro mundo al que estábamos acostumbrados, y que íbamos a disfrutar cada segundo de ello.
Respecto a las actividades y tareas teníamos unas expectativas realistas, que primero se tenían que ver en directo y una vez allí, adaptarlas.
4. ¿Se cumplieron?
La verdad que lo que nos planteamos inicialmente no estaba muy lejos de lo que pasó.
5. ¿Alguna situación difícil a la que te hayas enfrentado – algún reto?
La verdad que por suerte, no tuvimos ninguna dificultad.
6. ¿Qué destacarías de esta experiencia?
Cuanto más descubres, más amas la diferencia y el contraste de nuestro mundo.
Así podríamos resumir, en una frase nuestro voluntariado en Ghana. Si viajas y sientes, es cuando disfrutas de la experiencia, nosotros hemos intentado desde el primer momento exprimir la oportunidad de conocer un país tan distinto como el nuestro y eso ha hecho que lo disfrutáramos al máximo.
Lo bonito del voluntariado es que tienes la oportunidad de ver desde sus ojos el mundo y vivir, comer y hablar como ellos, conocer su cultura desde dentro y disfrutar de momentos maravillosos, que nunca podrías hacer sino fueras uno más.
No es fácil que te consideren uno más, pero eso depende de ti y de tu actitud, siempre serás el diferente si tú quieres serlo, o si quieres sentirlo así, pero lo más gratificante es que acabes tu viaje sintiendo que has intentado adaptarte y si lo has conseguido, aunque tan solo sea un poco, puedes sentirte muy afortunado. Pues nosotros nos sentimos así, hemos disfrutado de cada momento que nos ha dado esta experiencia.
La gente nos ha vuelto a enamorar, aunque hayamos vivido momentos duros, momentos de realidad en toda regla, esto solo nos ayuda a crecer y a seguir con esta misma causa, la de un mundo más justo, un mundo donde todos tengan oportunidades y donde no existan las grandes diferencias que hay actualmente.
Nosotros dos no cambiaremos el mundo, pero si pondremos diariamente nuestro granito de arena llevando el mensaje a la gente de nuestro alrededor y nuestra esperanza diaria, que algún día este mundo sea más justo y tolerante.
Queremos agradecer nuevamente la oportunidad que nos ha brindado la Fundación Benito Menni de poder vivir esta inmensa experiencia, y también a las hermanas y los trabajadores/as de centro de Dompoase.
La vida escribe las mejores historias, con lo que hemos vivido y compartido ya hemos escrito libro entero. El título es: Ghana, un país que ama y quiere ser amado.
7.¿Harías otro voluntariado?
Este ha sido nuestro segundo voluntario, y la verdad que no nos cansamos de esta increíble e única experiencia. Diariamente aprendemos miles de cosas, vivimos como ellos, conocemos su cultura, su idioma, sus creencias y costumbres, sus manías y deportes, nos infiltramos en su sociedad para poder aunque sea por un tiempo dejar de ser en parte lo que somos y como hemos crecido, para ser ellos (al menos acercarnos), y esto la verdad es que es fantástico, porqué es una manera de conocer el ser humano desde otro punto de vista.
Sobre todo este año, hemos conocido desde dentro cómo funciona el sistema sanitario del país, y hay cosas muy positivas, pero también hay aspectos que deberían cambiar, y tristemente depende del aspecto económico y político. Nosotros no podemos hacer nada desde un punto de vista general, pero hemos intentado colaborar, al menos donde nosotros estuvimos durante nuestra instancia, con material, trabajo y conocimientos, y podemos seguir ayudando diariamente mediante la concienciación en nuestro entorno.
Quizás para otro año nos gustaría repetir enfocando un voluntariado en el que ambos (Marta y Denys) tuviéramos una labor dentro de la rutina diaria del centro más relacionada con nuestra profesión y especialidad, para poder sentirnos más útiles, para poder ayudar y aportar más. Sabemos que la filosofía de la Fundación no es enviar a personas con un perfil concreto, pero así como el año anterior en Mozambique, Denys tenía una labor muy importante como fisioterapeuta pediátrico con los niños con Discapacidad Múltiples, y Marta este año en Ghana, como enfermera pediátrica ha tenido una importante labor, sería interesante buscar un sitio que reuniera ambas condiciones y así hubiera un beneficio mutuo, tanto del centro como del voluntario.
8. ¿Tienes alguna foto que quieras compartir con nosotros?
Las adjuntamos en el correo electrónico.

 

Si Cuidas el Planeta, Combates la Pobreza 2017

 

Si Cuidas el Planeta Combates la Pobreza

Comenzamos el año con fuerzas renovadas y nuevos retos para construir un mundo de justicia. Y lo hacemos convencidos de que el cambio empieza por cada uno de nosotros y los comportamientos de nuestro día a día.

Así reza el tercer punto del decálogo verde de la campaña «Si Cuidas el Planeta, Combates la Pobreza», que destaca la importancia de nuestros hábitos de vida para un modelo de desarrollo justo, solidario y sostenible. Las entidades promotoras de la Campaña centrarán durante los dos primeros meses de 2017, su trabajo de sensibilización en ese punto del “Decálogo Verde”. 

Si quieres ver la Nota de Prensa, puedes consultarla aquí:

 «Si Cuidas el Planeta, Combates la Pobreza»

Entrevista para Voluntarios: Fernando Peña

 

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Fernando Peña Osoro – Voluntariado en Ghana
Durante los meses de junio y julio de 2016, Fernando, enfermero de 22 años y estudiante de Máster en Urgencias Críticas Intrahospitalarias, ha trabajado como voluntario en el St Francis Xavier Hospital, en Ghana, a través de la Fundación Benito Menni.
¿Qué te motivó para trabajar como voluntario?
Mi tía ha estado siempre involucrada con ONG y me inculcó las ganas de hacer un voluntariado cuando era pequeño. Siempre he querido hacerlo, incluso cuando estaba en el colegio pero me aconsejaron que esperara a terminar la carrera y nada más acabarla me fui.
Al principio era un poco cabeza loca y quería irme donde fuera, pero luego pensé que comenzar en un hospital para aprender más sería una buena opción. Una compañera de la Universidad de Navarra, que también hizo el voluntariado, me recomendó Hermanas Hospitalarias e hicimos el voluntariado de preparación en una residencia de ancianos cerca de donde vivía yo.
¿Cuáles eran tus expectativas antes de hacer el voluntariado?
Uno siempre piensa en dar todo lo que tiene. Y aunque lo neguemos, ¡muchas veces se va con expectativas de ser un héroe! Pero también iba con la intención de aprender, sabía que ellos me iban a enseñar más de lo que yo sabía, ya fueran nuevas formas de realizar procedimientos, o culturalmente, porque a uno le cambia la manera de pensar.
¿Las sobrepasaste?
Sin duda, sí.
¿Algo que te sorprendiera?
Tenía la idea de que el sitio iba a ser muy pobre, más de lo que es. Pero al llegar vi que el hospital estaba muy bien y bien organizado. Los rangos entre el personal sanitario están muy diferenciados. Había estudiantes universitarios, y yo me sentía como un estudiante de máster, como un ayudante. Pero la gente quiere que te adaptes y no me costó.
También visité un mortuorio, no había visto ninguno antes en España, y la verdad es que fue muy impactante.
¿Qué tal con los compañeros y los pacientes?
El personal quiso que me integrara desde el primer momento y todos facilitaron la adaptación. Me enseñaban a hacer muchas cosas, y a mí me interesaba mucho conocer la diferencia entre trabajar en España y trabajar en Ghana, los procedimientos que se llevan a cabo, etc. Así que compartimos métodos y también amistad.
Los pacientes alucinaban un poco al verme, al ser un pueblo pequeño, los únicos blancos a los que han visto prácticamente son las hermanas. Me miraban, supongo que porque soy un chaval joven y pensaban: “¿Este de dónde ha salido?”
¿Qué destacarías de esta experiencia?
Es inimaginable lo que uno acaba aprendiendo. Me impresionó ver cómo pueden llegar a saber y a dominar ciertas situaciones tan bien. Tienen mucha capacidad de improvisación y superación y realmente a uno se le pega.
¿Harías otro voluntariado?
Sí. Me gustaría ir a otro sitio para conocer otras culturas, pero no me importa dónde con tal de aprender.

 

Entrevista para Voluntarios: Marta Monreal

 

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VOLUNTEERS’ INTERVIEW / ENTREVISTA PARA VOLUNTARIOS

Name / Nombre: Marta Monreal Otano
Nationality / Nacionalidad: española
Age / Edad: 21 años
Occupation / Profesión: enfermera
Centre where you volunteered / Centro donde has hecho el voluntariado: St. Francis Xavier Hospital en Assin Foso, Ghana en junio y julio de 2016.

1. What motivated you to volunteer? / ¿Cuáles fueron tus motivaciones para trabajar como voluntario?
Creo que la principal motivación de un voluntario debe ser ayudar al prójimo, poner tu grano de arena en este mundo que no podría seguir sin personas buenas que se preocupasen de hacer de él un lugar más digno.
Cuando era más joven, escuchaba a mi profesora de religión hablar de personas que se iban a los lugares más desfavorecidos para aportar sus mejores cualidades. Fue entonces cuando decidí que quería ser voluntaria, nacional y/o internacional. Porque soy consciente de que en mi propio país, España, también existe gente que necesita el tiempo y la ayuda de los demás para poder salir del agujero.
Mi segunda motivación era mejorar como persona. Quería un cambio interior, un cambio espiritual que me hiciese crecer y contemplar al ser humano con unos ojos cercanos a Dios. Por esta razón escogí irme con una organización religiosa. Las Hermanas Hospitalarias fueron en África mi mayor apoyo, mis amigas, mis confidentes, mi familia. Les estaré siempre agradecida por haberme dado la oportunidad de conocerlas a ellas y a su hospital.
2. What was your role while volunteering at…? / ¿Qué función desempeñaste como voluntario en…?
Mis funciones principales el tiempo que estuve en Assin Foso fueron las de Enfermera encargada de la sección de Neonatología en el área de Maternidad. Yo ayudaba en los partos y cuidaba de los recién nacidos hasta que se les daba el alta. Era un trabajo muy gratificante si ves que tus pequeños salen adelante y sobreviven a las adversidades: asfixia, prematuridad, infección… Pero muy doloroso cuando compruebas que tus esfuerzos son en vano y que esa pequeña criatura, a la que habías estado cuidando con tanto esfuerzo y cariño, fallece.
3. What were your expectations before you volunteered? / ¿Cuáles eran tus expectativas antes de hacer el voluntariado?
He de confesar que mis expectativas antes de acudir al voluntariado eran soñadoras. Yo pensaba que estaba preparada para lo que experimentaría allí pero no fue así. No te puedes preparar para las numerosas vivencias que acabarás experimentando, buenas o malas. Yo soñaba con salvar vidas, enseñar y aprender. Pero la gente muere, el material es insuficiente y establecer un vínculo de confianza con el equipo de enfermería y medicina es complicado al principio. Me hubiese gustado ayudar mucho más pero cuando ya fui útil y lograron conocerme debía regresar a mi país. A pesar de ello estoy orgullosa del trabajo que realicé y de todo lo que aprendí. Los dos meses que estuve en Ghana jamás se borrarán de mi memoria.
4. Were they fulfilled? / ¿Se cumplieron?
Mis expectativas realistas se cumplieron, por supuesto que sí. Siempre puedes ayudar si tienes la intención de aprender de los demás y dejar a un lado los prejuicios. Y eso fue, en definitiva, lo que más quería: echar una mano en el hospital a cualquier miembro que lo necesitara. Estoy segura de que era útil en el hospital, y los pacientes y el equipo agradecieron mi presencia en mayor o menor grado. Siempre que vayas con una sonrisa y el deseo de conocer otras maneras de tratar la misma condición, las personas de Ghana te recibirán con alegría.
5. Did you face any challenging situation – any challenges? / ¿Alguna situación difícil a la que te hayas enfrentado – algún reto?
Se me presentaron varios retos. En primer lugar, el sentimiento de soledad que puedes experimentar al encontrarte en un lugar tan distinto, sin tu familia y amigos, sintiendo que los necesitas más que nunca. Yo, por ejemplo, nunca había estado tanto tiempo sin mi familia. Estudié la carrera en mi ciudad natal, en la Universidad de Navarra, y no hice ningún tipo de intercambio o erasmus, por lo que no me conocía a mí misma en convivencia con otras personas que no fuesen de mi entorno. Además, en ese tipo de lugares no puedes ir a tomar una cerveza para despejarte o al cine a ver la última película que ha salido, solo tienes tu casita y el hospital. Si has tenido un día duro lo compartes con tus compañeros o las monjas, eso último hizo que entre ellas y mi compañero y yo se formase un vínculo muy estrecho de amistad y ayuda.
Por otra parte, la cultura. Tienen una forma de ser y pensar diferente. Y también puedes encontrarte con personas que rechazan al hombre blanco y eso te duele porque tú has ido para ayudar. Cuando ves que te ignoran y no responden a tus preguntas, que no te dejan trabajar ni tocar nada te sientes rechazada y eso te entristece y hace que te replantees la situación. Gracias a Dios, no se puede generalizar, porque todos no son iguales, y conocí a ghaneses muy agradables que hicieron mi estancia mejor y me ayudaron a aprender y participar. Yo estaba deseando conocer el papel de la enfermera de neonatología y gracias a ellos pude participar como tal. Realicé cuidados al prematuro; al recién-nacido sano y al enfermo; incluso llevé a cabo reanimación cardiopulmonar (RCP) yo sola. Al principio sientes miedo porque quieres que ese paciente salga adelante, y porque acabas de graduarte y nunca has llevado a cabo una RCP, pero eso no te debe bloquear sino que debe excitar tu cerebro para comenzar a actuar lo más rápido y efectivamente posible.
Por último, la muerte es el último de los retos a los que me he enfrentado. El trato que ellos le dan a la muerte es diferente al que le damos aquí. Allí la muerte y la enfermedad son habituales. Ellos intentan luchar contra ella pero con la mitad de recursos que puedes tener en España, Inglaterra, Francia… Además, hay madres, por ejemplo, que no lloran si su hijo recién nacido mure y tiene menos de ocho días de vida porque no lo consideran un ser humano. También es habitual que ahoguen a los niños que nacen con alguna deficiencia mental o física. Y, si no pueden pagar un parto hospitalizado, las mujeres parirán en casa, con todo lo que ello supone (infección, desangramiento, muerte…). Es complicado comprenderles, pero aprendes a saber el porqué de ciertas cosas, o por lo menos lo intentas. Como cristiana que soy, en ciertas ocasiones lo único que yo podía hacer era rezar a Dios por ellos, y seguiré haciéndolo.
6. What are the highlights of this experience? / ¿Qué destacarías de esta experiencia?
Yo destacaría el aprendizaje, no solo a nivel práctico, sino como persona. Interiormente hay algo que te despierta y remueve. Muchas veces tú no sabes qué es lo que cambia dentro de ti, pero notas que ya no eres la misma persona. Y no quieres dejar de crecer en bondad, sabiduría, empatía… valores imprescindibles que ya tenemos de por sí, pero que ciertas experiencias de la vida hacen que se desarrollen más allá.
7. Would you volunteer again? / ¿Harías otro voluntariado?
Yo intentaré hacerlo, de hecho. Me encantaría repetir el voluntariado, ya sea en Ghana o en otro lugar y poder seguir colaborando para intentar mejorar el bienestar de aquellos que más sufren y aprender de su modo de vida. Ojalá que en un futuro pueda continuar mi labor como voluntaria, aunque sé que si no la continúo en el extranjero, seguiré en España. El voluntariado en el propio país también puede ser llevado a cabo de muchas formas: puede ser en un hospital con enfermos, en un geriátrico con ancianos, dando clases de refuerzo gratuitas a gente con pocos recursos económicos, en un psiquiátrico con quienes se sienten solos, en la iglesia con la catequesis… incluso en tu propia familia, sacando más tiempo para estar con tus abuelos, padres, ayudándoles en los quehaceres del hogar. Siempre se puede ser voluntario, y debería ser algo obligatorio el poder sacar un poquito de nuestro tiempo para dedicárselo a otros sin nada más que el objetivo de ayudar.
8. Do you have any picture you would like to share with us? / ¿Tienes alguna foto que quieras compartir con nosotros?
Yes, I send you by e-mail.

 

Voluntariado en Ghana (Dompoase)

 

Cuanto más descubres, más amas la diferencia y el contraste de nuestro mundo.

Así podríamos resumir, en una frase nuestro voluntariado en Ghana (Dompoase). Si viajas y sientes, es cuando disfrutas de la experiencia, nosotros hemos intentado desde el primer momento exprimir la oportunidad de conocer un país tan distinto como el nuestro y eso ha hecho que lo disfrutáramos al máximo.

Lo bonito del voluntariado es que tienes la oportunidad de ver desde sus ojos el mundo y vivir, comer y hablar como ellos, conocer su cultura desde dentro y disfrutar de momentos maravillosos, que nunca podrías hacer sino fueras uno más.

No es fácil que te consideren uno más, pero eso depende de ti y de tu actitud, siempre serás el diferente si tú quieres serlo, o si quieres sentirlo así, pero lo más gratificante es que acabes tu viaje sintiendo que has intentado adaptarte y si lo has conseguido, aunque tan solo sea un poco, puedes sentirte muy afortunado. Pues nosotros nos sentimos así, hemos disfrutado de cada momento que nos ha dado esta experiencia.

La gente nos ha vuelto a enamorar, aunque hayamos vivido momentos duros, momentos de realidad en toda regla, esto solo nos ayuda a crecer y a seguir con esta misma causa, la de un mundo más justo, un mundo donde todos tengan oportunidades y donde no existan las grandes diferencias que hay actualmente.

Nosotros dos no cambiaremos el mundo, pero si pondremos diariamente nuestro granito de arena llevando el mensaje a la gente de nuestro alrededor y nuestra esperanza diaria, que algún día este mundo sea más justo y tolerante.

La vida escribe las mejores historias, con lo que hemos vivido y compartido ya hemos escrito libro entero. El título es: Ghana, un país que ama y quiere ser amado.

Denys y Marta

 

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Voluntariado en St. Francis Xabier Hospital, Ghana

 

….. Pararme a observar y pensar, si no lo miras como es preciso, no conseguirás nada.

El Voluntariado Internacional a través de la Fundación Benito Menni, que he realizado en Ghana en St. Francis Xabier Hospital durante mes y medio tengo que decir que no sé exactamente qué he aportado, me han aportado más ellos.

Aprendizaje, primeramente como enfermera. También sobre la vida de las hermanas. Y sobre la cultura y forma de ser de los ghaneses, con algunas dificultades de adaptación. Las actividades y tareas que realice han sido adecuadas a mis expectativas. Aunque en un principio me costó formar parte del equipo, nativo del hospital, tras unas semanas comencé a realizar sus mismos cuidados a los pacientes, pero al final me adapté y lo conseguí. Con las Hermanas, tal y como me imaginaba, genial de principio a fin, son maravillosas. Y con Fernando, el otro voluntario, ya éramos amigos desde hace cuatro años, y la convivencia no fue difícil.

Es difícil explicar qué ha significado la experiencia del voluntariado internacional para mí. Cuando pienso en él, lo primero que se me viene a la cabeza es repetirlo. Repetirlo porque aprendí a superar las dificultades, aprendí a convivir, aprendí a conocerme a mí misma y a conocer y respetar más a los demás. Sentí qué es ser diferente y cómo debes adaptarte. También me llevo un gran recuerdo por las maravillosas hermanas que hay allí, fueron como mi familia. En ellas pude desahogarme, confiar… me reía con ellas y también hablábamos sobre trivialidades. El voluntariado internacional te enseña en muchos aspectos. Tú, en principio, vas queriendo aportar tu granito de arena, pero al llegar allí lo primero que debes de hacer es parar y observar. No observar por uno o dos días sino observar de verdad porque ahí reside la clave, desde mi parecer. Debes mirar bien el nuevo entorno en el que estás, porque, aunque pienses que lo puedes dominar, si no lo miras como es preciso, no conseguirás nada. Eso es lo que a mí más me costó. Pararme a observar y pensar no es uno de mis fuertes, pero en este voluntariado creo que he aprendido un poquito más sobre ello.

Mi experiencia en sí es totalmente positiva y, cuando miro hacia atrás, viene la nostalgia de esos días que no sé si Dios me dará de nuevo la oportunidad de repetir. Pero, sinceramente, doy gracias por haber ido, a la Fundación Benito Menni y a las hermanas que me acogieron en Ghana.

Marta M.

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