Experiencia increíble que nunca olvidaremos, hemos crecido en todos los aspectos, y hemos dado todo lo que teníamos dentro y que sabíamos para tratar de ayudar en la causa.
A nuestra llegada al país queríamos enseñar y ofrecer todo aquello que teníamos pero la sensación que nos quedó al final del viaje fue que quien realmente nos habían enseñado eran ellos a nosotros.
Sí que es cierto que, los primeros días de estancia allí, en este caso en Mozambique, se hacen difíciles ya que es un cambio radical a lo que estamos acostumbrados, pero en cuanto empiezas a vivir como ellos, con los niños/as, conoces sus costumbres y vas conociendo a diferentes personas durante el viaje y hace que te enamores del país y de su gente, y no quieras regresar a tu país de origen.
Te das cuenta que poco a poco se van creando vínculos y sentimientos que da mucha pena dejar atrás una vez tienes que volver a España.
Es una experiencia totalmente recomendable y que sin duda queremos repetir; si tenemos claro que lo que hemos vivido durante nuestra instancia en Mozambique será difícil que olvidemos nunca, y hace que tengamos más ganas de volver a realizar otro voluntariado.
Estamos muy agradecidos a la Fundación Benito Menni por darnos la oportunidad de trabajar con ellos y sobre todo a las hermanas de Mahotas por acogernos y hacernos sentir en todo momento como en casa, nos han dado, tanto ellas como los niños, una lección de vida
Denys y Marta