Experiencia muy importante para mí, activadora de reflexiones y valoraciones a nivel personal, que creo son necesarias en nuestro estilo de vida actual. Ha significado una pausa.
He colaborado principalmente con los compañeros del área psicológica y acompañado también durante distintas actividades, por los/as compañeros/as de enfermería y trabajo social.
Durante mi voluntariado he participado en las distintas actividades que se realizan en el hospital programadas semanalmente, como son:
- Supervisión de las visitas familiares. Observación de las interacciones familiares y gestión in situ de los posibles conflictos que se podían producir.
- Apoyo en la realización de los talleres, Impartición de talleres: pude realizar varios talleres con distintas dinámicas abordando de forma sencilla distintos objetivos de trabajo orientados a nivel psicológico, como la autoestima, expresión emocional, importancia de la confianza. También, y como actividad más lúdica, pudimos realizar un karaoke.
- Apoyo en comedor, ayudando a servir la merienda a los pacientes.
- Apoyo durante las intervenciones no voluntarias de aquellos pacientes que por orden médica eran derivados al hospital, dado su perfil o situación.
- Apoyo en intervenciones puntuales con algunos pacientes que mostraban cierta inestabilidad o crisis emocionales.
He tenido la suerte de colaborar con un gran equipo de profesionales que desde el primer día me hicieron sentir como parte del equipo, ayudándome y arropándome en todo momento, haciendo de mis días en Brasil una experiencia inolvidable.
– Aprendizajes obtenidos durante la misma.
Recordar que cuando trabajamos con personas es muy importante no sólo la profesionalidad con la que contamos, es necesario además, poseer en nuestra personalidad un elemento extra de entrega y cariño. En esta línea, comprender que da igual el idioma, la cultura o el país, un abrazo y una sonrisa serán las mejores monedas de cambio para favorecer nuestra ayuda con aquellas personas que por sus circunstancias estén en una situación emocional o psicológica complicada.
– Dificultades encontradas
La única dificultad que he encontrado ha sido no conocer el idioma, esto me limitaba para poder realizar intervenciones más personales con los pacientes y actuar de forma más eficiente cuando los usuarios mostraban crisis o presentaban algún momento de inestabilidad emocional.
– Adecuación de las expectativas que llevaba con la realidad con la que te has encontrado:
Una de las variables que tuve muy controladas antes de realizar mi viaje fue las expectativas que tenía con respecto a todo lo que me podría encontrar en mi voluntariado, sobre al centro, las actividades y tareas, la interacción con los compañeros, hermanas y pacientes.
En este sentido, y tras haber acudido al curso de formación en Madrid, pude gestionarme en gran medida, no proyectando unas expectativas distorsionadas que luego no se ajustarán a la realidad y pudieran provocarme frustración y desmotivación. Tuve la suerte de tener una gran hospitalidad por parte de todos, desde las hermanas hasta los pacientes.
La relación con las hermanas fue muy cercana, llegando a compartir con las tres momentos personales sobre nuestras vidas y familias, haciendo de algunas cenas momentos muy cercanos y familiares. Esto ayudó a crear durante mi estancia un clima muy afectuoso, siempre caracterizado por el respeto. También, desde el primer día, tuve la iniciativa y predisposición de colaborar con las tareas de la casa, la huerta, los animales, la cocina, etc, intentando que mi estancia no se limitara a mi colaboración en el hospital.
La relación con los compañeros/as fue maravillosa. Sin duda, su forma de ser ayudó a que mi estancia en Brasil fuera fácil y cómoda. Una hospitalidad superlativa que invitaba a conocer la ciudad, su cultura y forma de vida.
Por otro lado, gracias a la cercanía y buena acogida también de mis compañeros/as, disfruté de un festival de mpb (música popular brasileña, me invitaron a conocer la capital Belo Horizonte.
Ha sido una experiencia muy importante para mí, activadora de reflexiones y valoraciones a nivel personal, que creo son necesarias en nuestro estilo de vida actual. Ha significado una pausa para observar y ponerme a prueba ante situaciones y contextos donde casi todo ha sido nuevo y diferente, pero de lo cual, he podido aprender y disfrutar. Sin duda, el auténtico éxito de este proceso, ha sido la excelente acogida que he recibido de las hermanas en primer lugar (Sor Fernanda, Sor Eulalia y Sor Eugenia), con su atención y cariño, y por todos los compañeros/as que formaban parte del equipo de profesionales del Hospital y me hacían sentir como parte del ellos desde el primer día. Ese sentido de pertenencia, sumado a la predisposición, motivación y buena actitud que me traía de mi tierra (Canarias), crearon en mi opinión, una combinación perfecta, que se vio reflejado en el desarrollo de un voluntariado maravilloso.