22 de abril – Día Internacional de la Madre Tierra
“Cuando insistimos en decir que el ser humano es imagen de Dios, eso no debería llevarnos a olvidar que cada criatura tiene una función y ninguna es superflua. Todo el universo material es un lenguaje del amor de Dios, de su desmesurado cariño hacia nosotros. El suelo, el agua, las montañas, todo es caricia de Dios. La historia de la propia amistad con Dios siempre se desarrolla en un espacio geográfico que se convierte en un signo personalísimo, y cada uno de nosotros guarda en la memoria lugares cuyo recuerdo le hace mucho bien. Quien ha crecido entre los montes, o quien de niño se sentaba junto al arroyo a beber, o quien jugaba en una plaza de su barrio, cuando vuelve a esos lugares, se siente llamado a recuperar su propia identidad”. (Carta Encíclica Laudato SI Papa Francisco N° 84)
Un mundo más sostenible requiere esfuerzos en todos los aspectos de nuestra sociedad y eso comienza con cada uno de nosotros.
El Día Internacional de la Madre Tierra se celebra el 22 de abril. Su objetivo es promover la preservación del medio ambiente, con miras a un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras. Por otro lado, se pretende movilizar a los responsables políticos y la sociedad civil para implementar medidas que protejan nuestro planeta.
Este día fue creado mediante la resolución 63/278 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 22 de abril de 2009.
En 2021, el secretario general de la ONU, António Guterres, dice que «debemos actuar con decisión para proteger nuestro planeta tanto del coronavirus como de la amenaza existencial de la alteración del clima. La Madre Tierra claramente está instando a un llamado a la acción. La naturaleza está sufriendo. Los océanos se llenan de plástico y se vuelven más ácidos. El calor extremo, los incendios forestales y las inundaciones, así como una temporada récord de huracanes en el Atlántico, han afectado a millones de personas. Ahora nos enfrentamos al COVID-19, un vínculo pandémico de salud mundial con la salud de nuestro ecosistema.»
Los ODS y la Agenda 2030, en el contexto de las Naciones Unidas, definen las prioridades y aspiraciones del desarrollo sostenible global para 2030 y buscan movilizar esfuerzos globales en torno a un conjunto de objetivos y metas comunes, incluyendo un área general asociada con el Planeta: centrado en el consumo y la producción sostenibles, la lucha contra el cambio climático y la gestión de los recursos naturales. La Agenda 2030 para el desarrollo sostenible es un plan de acción centrado en las personas, el planeta, la prosperidad, la paz y las alianzas. Debemos recordar que la alteración del clima, la pérdida de diversidad biológica y la contaminación ponen en peligro la vida, el empleo y la salud.
Hacer las paces con la naturaleza es la tarea definitoria del siglo XXI. Precisamos alcanzar un mundo sostenible através de dedicación sobre las tres crisis planetarias de cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación.
¡Juntos marcamos la diferencia y restauramos la tierra!